Conmovedor

La ex empleada doméstica persevera y se gradúa de la escuela militar a pesar de crecer en la pobreza, sirve de inspiración para todas las jóvenes

Meriam Libongcogon crece en una familia pobre en Bambalan, Cebu. Como resultado, Libongcogon y sus otros seis hermanos tienen que trabajar para llegar a fin de mes con su familia.

Libongcogon comenzó a trabajar a la edad de seis años para ayudar a su padre, que era el sostén de la familia, a mantener a su familia. A la edad de nueve años, recolectaba arenas, maderas, rocas y cáscaras de coco para usarlas como suministros de construcción en su área.

 

A pesar de que la vida era dura, Libongcogon se graduó como valedictorian en su escuela primaria y logró asegurarse una beca en una escuela secundaria católica.

“Me gradué como valedictorian en el sexto grado. Ese fue mi regalo para mis padres, aunque éramos pobres, podía hacerlos felices”, le dijo a ABS-CBN.

 

Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado ya que no logró obtener una beca para cursar sus estudios universitarios. Decidida a perseguir sus sueños, trabajó como empleada doméstica para poder regresar a la escuela.

Se trasladó a la ciudad de Baguio después de ser empleada doméstica en Cebú durante tres años. Allí fue donde conoció a su amable empleador y padre adoptivo, Nanay Rose.

Ella animó a Libongcogon a seguir sus sueños y la animó a postularse en la Academia Militar de Filipinas (PMA) ubicada en la ciudad de Baguio. Nanay Rose incluso la ayudó a reunir las credenciales para inscribirse en la academia.

Esta academia ofrece educación gratuita a los estudiantes y les proporciona asignaciones mensuales, lo que ha disminuido inmediatamente la carga financiera de Libongcogon.

Los problemas financieros tampoco fueron el único problema que tuvo que afrontar Libongcogon.

 

Su madre estaba en contra de su deseo de unirse a la marina. Sus familiares tampoco querían que se convirtiera en soldado, ya que es una profesión muy pеligrosa.

No hace falta decir que graduarse de PMA no fue fácil.

 

La academia entrenó a los cadetes en su resistencia física, emocional y mental con el fin de prepararlos como el principal oficial militar del país, pero Libongcogon superó todos los obstáculos.

“Renunciar a la PMA nunca se me pasó por la cabeza, porque estaba acostumbrado a las dificultades. También le pedí ayuda a Dios ”, dijo a ABS-CBN News.

Hoy en día, se enorgullece de graduarse de la PMA y se ha unido a la Armada de Filipinas.

 

Ella también espera construir una casa para su familia en Cebú.

La historia de Libongcogon es un ejemplo de perseverancia y resistencia. Ella nos enseña que para ser la persona que queremos ser, tenemos que trabajar duro para lograrlo. Después de todo, el éxito se gana y no se da.

Related Articles

Leave a Reply

 ATENCIÓN!

Sea legal y ético al publicar comentarios. El administrador se reserva el derecho de eliminar los comentarios abusivos. Nuestro sitio no es responsable de los comentarios de noticias.

Back to top button