Cuando un gran búho cornudo fue atropellado por un automóvil, los rescatistas la encontraron de inmediato y la llevaron a las instalaciones de Wild At Heart Rescue en Mississippi. Ella fue nombrada GiGi.
La fundadora y directora del rescate, Missy Dubuisson expresó que fue uno de los casos más críticos que han manejado. Incluso se sorprendió de que el pájaro hubiera logrado vivir hasta ese momento.
GiGi estaba sufriendo una conmoción cerebral masiva, que resultó en un traumatismo craneoencefálico y aspergilosis, similar a la neumonía. En las instalaciones, el ave recibió un minucioso y extenso tratamiento y cuidado gracias a Doug Pojeky.
Considerado como el “susurrador de aves rapaces”, Doug tiene una historia sentimental, especialmente con los búhos. Cuando era niño, su padre siempre veía un gran búho cornudo posado en el granero.
Si bien él y el resto de la familia rara vez lo veían, el día de la muerte de su padre, vio a la lechuza mirando la casa antes de huir hacia el bosque.
Entonces, cuando recibió un abrazo inesperado de GiGi, se sintió completamente abrumado. “Por alguna razón, cuando ese pájaro me abrazaba, todo lo que podía pensar era en mi papá”, le dijo al Dodo.
Sucedió cuando Doug regresó a las instalaciones después de estar en un viaje familiar. Tan pronto como regresó, se reunió con Gigi para hacerle un examen de rutina.
En ese momento, el pájaro comenzó a alcanzar su hombro donde ella pasó a descansar la cabeza y lo envolvió en un cálido abrazo con sus alas. En unas fotos ahora virales, su cariñoso abrazo ha llamado la atención de muchos.
Si bien la mayoría de ellos sonrieron mareados por el lindo gesto, algunos permanecieron escépticos. Diana Flynt, supervisora de rehabilitación en el Audubon Center for Birds of Prey, le dijo a Huffpost que parecía más un movimiento protector que un abrazo y preguntó si el acto era el efecto de la lesión en la cabeza de GiGi.
Incluso Doug intervino en estas afirmaciones dudosas diciendo que el abrazo de GiGi realmente lo sorprendió, ya que era inusual que los búhos hicieran eso.
Aunque agregó, “la cosa es que, con las aves de presa, por alguna razón puedo manejarlas y se sienten extremadamente cómodas conmigo sin importar qué tipo de ave sean”.
Abrazo o no, el comportamiento de GiGi se considera un acto de gratitud hacia Doug por salvarle la vida. Justo cuando pensamos que los animales no podrían estar más conectados con los humanos, nos sorprende gratamente el búho GiGi, entre otros animales y sus acciones humanas.
